mamá , vas a estar en el hospital de los conejos? ,
porqué? , me quiero quedar con vos !- me dijo mi hija de 2 años
- No hija este lugar es solo para grandes, pero mañana vendras a visitarme
y tambien podras alimentar a los conejos bueno? - dije,con las lágrimas resbalando por las orejas
para que ella no pudiera verlas , con el pecho undido bajo el peso de una tonelada de concreto.
ahí estaba (again) ,en reposo como bolsita de té en agua hervida fria y olvidada, en recuperación
de una crisis nerviosa ; diagnóstico : depresión reactiva al medio (hostil)
mi Soledad es indefinida , anterior a cristo y posterior a la caida de las torres gemelas , y sigue infinito ,
(hasta que muera cualquier día de estos)
Sofia se va de la mano de su padre , el cual solo viene en casos extremos como este,
la veo irse lentamente , mira hacia atrás , alza la manito - chau mamá ,! -
me quedo ahí sentada en el banquillo de los acusados del gran patio del hospital , nadie al alrededor , el viento sopla, hace frio y la lágrimas mojan por completo ni cara y mi polera vieja,
los malditos conejos blancos de ojos rosados se acercan a ver si les doy de comer , los acaricio ,
-hay! -digo , uno me muerde , sangro , no importa , da igual.
Ellos son los que no podrán salir de acá jamás
siento pena y asco por ellos.
1 comentario:
Chavela, tus conejos son alados, conmueven hasta al tempazón que tengo en el pecho.
Me encantó este post.
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